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01.07.2006 17:29 | CosmeNews |

Bikini inteligente

Fue un boom en los ’60 y hoy sigue siendo noticia. Se presentó un bikini con sensor que detecta los rayos ultravioletas y permite programar una alarma que se activa cuando aumenta la intensidad de la radiación solar.

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Fue un boom en los ’60 y hoy sigue siendo noticia. Se presentó un bikini con sensor que detecta los rayos ultravioletas y permite programar una alarma que se activa cuando aumenta la intensidad de la radiación solar. Una invención que ayuda a protegerse de los peligros del sol y a la vez estar a la moda.

El bikini de Solestrom, una empresa canadiense, indica a las mujeres cuánto tiempo deben exponerse al sol según la sensibilidad de su piel y tiene un costo aproximado de 140 dólares. La prenda marca en una escala de 0 a 20 el paso a zonas UV peligrosas: de tres a cinco se considera moderada, de ocho a diez, muy alta, y más de esa cifra es extrema. La pantalla indica la intensidad de la radiación y sugiere una protección estimada en minutos de exposición al sol.

El display con los indicadores de rayos UV está colocado en un cinto que se ajusta a la pieza inferior y es removible. Tiene además, pilas de dos años de duración, y es resistente al agua. El bikini tiene una composición 100% de lycra y el dispositivo también puede ser usado en piletas con cloro ya que no resulta afectado.

La historia del bikini

Este lanzamiento se produce cuando el bikini cumple 60 años de vida. Su nacimiento fue en julio de 1946, cuando Estados Unidos realizó sus primeras pruebas nucleares de plutonio sobre las islas Bikini del Océano Pacífico. La explosión del nuevo traje de baño se dio recién en los años ’60 dado que antes era mal visto usar prendas tan atrevidas. Las divas del cine, los nuevos medios de comunicación de masas y la apertura política y social de Occidente hizo que se popularizara.

En 1951 se desató una polémica al prohibirse los desfiles en bikini luego del concurso Miss Mundo donde las modelos lucían el traje escandalizador. La actriz Brigitte Bardot fue una de las que abrió camino en 1957, cuando utilizó un bikini en la pantalla grande. En 1960 nació la lycra, que podía ser estirada y tensada, resultando la fibra ideal para los trajes de baño. En los ’80 se vivieron aires de libertad que impulsaron el topless y el uso de la tanga en las playas, esta última proveniente de Brasil.

En los ’90, “Baywatch”, la popular serie de televisión norteamericana, consagró a Pamela Anderson como la chica sexy que exhibía un traje rojo de una pieza que cautivó a todos los televidentes. En este nuevo siglo, el viejo trikini de los años ’70 volvió con más fuerza y más diseños. Siendo un intermedio entre un bikini y un traje entero, su característica principal es que ambas piezas se unen con trozos de tela y tienen grandes aberturas simétricas y cruzados. Quizás en unos años veamos el lanzamiento de un bikini con muchas más funciones; ¡A pensar alternativas que la inventiva humana no tiene límites!